No
sé bien porque escogí Post Tenebras Lux
para mi artículo. Quizá por la relación de amor y odio que siento hacia su
autor, quizá porque escuché que lo abuchearon en Cannes cuando presentó su
peli. Quizá simplemente porque hasta ahora pude conseguir pirateada la película
en internet. (Las distribuidoras en España no están para apostar mucho por el
cine de autor, y mucho menos por una película como la de Carlos Reygadas). Sea
cual sea la razón, aquí voy a expresar de la manera más subjetiva y libre, las
sensaciones y sentimientos que me provocó esta peli. Reygadas ha dicho: “mi
cine es más de sensaciones que de trama”. Así que tomo sus palabras y afirmo
que mi artículo es más de sensaciones que de crítica.
Tuve
oportunidad de conocerlo personalmente, justo después de haber visto su Luz Silenciosa. Las cosas que dijo y
ésta película -una obra de indudable belleza- me impulsaron a conocer las otras
dos obras de este autor mexicano: Japón
y Batalla en el Cielo. Ninguna de
estos dos filmes provocó en mí un sentimiento similar al que me causó Luz Silenciosa. Y para ser sincero, me
parece que Batalla en el cielo es
aborrecible. Una paja mental. Más paja que mental. Todo esto me trae a su última
película: Post Tenebras Lux, peli con
la que se llevo el premio de Mejor Director de Cannes en el 2012.
He
de adelantar que para escribir este artículo tuve que ver la película dos
veces. La primera vez la vi realmente porque mi plan era dormirme, pero a
medida de que pasaban los minutos y las escenas aparecían en la pantalla de la
computadora, crecía en mí, un cancerígeno insomnio. Era bastante odioso el fenómeno
en general. La vi completa. Incluso en algún punto me levanté de la cama y me
senté frente a la computadora. Eso sí, más allá de que muchas cosas me parecieran
demasiado gratuitas y de mi molestia, debo aceptar de que había magnetismo en
sus imágenes. La fotografía es preciosa.
La
quise ver por segunda vez porque, la verdad, quería superar el hecho de que
Reygadas es un tipo que no me agrada mucho. Es decir, quise ser más objetivo, menos
tarado y caprichoso. Y bueno, me coloqué frente a la pantalla de nuevo, tomé
una libreta y la fui viendo atentamente, anotando lo que me ayudara para este
escrito.
Esta
segunda visita se me hizo menos pesada, e incluso pude descifrar ciertas cosas
que había perdido en el primer visionado, en gran parte por el sonido, ya en
esta ocasión le puse subtítulos en ingles, y de esta forma comprendí más
ciertas cosas. Pero claro, hubo una impresión que no pude borrar de mi yo-espectador.
Y eso es que Reygadas es un director muy caprichoso. En otras palabras, hace en
sus pelis lo que le sale de los cojones, sea bueno o sea malo. Traducido en
otra forma: hace películas para él mismo.
Un
poco de capricho no está mal en el oficio del director. Ahí está Tarantino, Von
Trier, Tarkovski, pero estos últimos fundamentaban sus deseos de una mejor
manera, sembrando siempre ambigüedad, y no como en el caso de Reygadas, que
siembra confusión dentro de su narrativa. Todos los caprichos de estos autores
se dan dentro de un universo que ellos mismos crean. Dentro de éste forman
parte de su lógica.
Recuerdo
a Reygadas diciendo en una conferencia: “si cuando escribo un guión de pronto
veo una hoja caer de un árbol, esto lo pongo en una escena”. No mames, guey!,
pensé. Claro, esto es colocar elementos externos de manera forzada en una
trama. No nace de las necesidades del propio relato, de su propio universo. Y
eso como espectador me cabrea mucho!
Me
pregunté muchas veces cuando veía la peli si no era yo el problema y no la
peli. Quizá solo tengo dos dedos de frente, o no soy lo suficientemente snob
para entrar en el juego del señor Reygadas. O quizá, él simplemente es un
caprichoso que se pasa por el forro lo que puede ser la experiencia del espectador.
A
este punto se preguntaran porque caprichoso. Ahora expondré distintos puntos
sobre esto, através de la narración de la historia, haciendo una sinopsis.
Juan, un
arquitecto mexicano, vive junto a Natalia, su esposa, y sus hijos –Ruth y
Eleazer- en el campo, lejos de la urbe.
Tienen una hermosa casa y varios perros. Son en apariencia una familia burguesa
muy feliz. Esta es la situación, pero la película en sí comienza con Ruth en un
campo de futbol, durante el atardecer. Perros, vacas, caballos la rodean. Ella
juega, y nombra cosas mientras una noche tormentosa se avecina.
Después de
esta escena inicial llega una escena desconcertante en la que aparece Satanás,
una caricatura fosforescente de él, visitando una familia de clase media. Éste entra
en la casa y camina por ella, se asoma por el cuarto de un niño, el cual lo
mira sorprendido. Sin prestarle atención a éste, Satanás lo deja atrás y se
mete en la habitación de sus padres. La verdad en este momento, no supe que
pensar.
Después de
esto regresamos con Juan y Natalia, que duermen en la habitación hasta que sus
dos hijos los despiertan. En la casa tienen a distintas personas trabajando para
ellos, de clases sociales más humildes. Entre ellos está un ex-criminal llamado
El siete, el Handyman, y Jarro, un cuidador de sus perros. Juan le encarga esa
misma mañana una cámara a este último. Y un instante después, Juan descubre que
una de sus perras ha hecho algo inapropiado. Algo que no se ve, que no muestra
Reygadas, y Juan comienza a golpearla brutalmente. Después de darle varios
vergazos a la perra, se va tranquilamente con su hijo.
Más adelante El
Siete lleva a Juan a una reunión de Alcohólicos Anónimos. Después de la reunión
Siete le confiesa a Juan de que cuando era más joven andaba metido en mucho vergueo,
en mucho problema, y que terminó de alcohólico. Por eso su familia lo abandonó.
Juan al escuchar esto le confiesa que es adicto a la pornografía.
Después de
esta escena, sucede una escena en la que se ve a varios chicos, jugadores de
Rugby, en un vestuario. (Sí, Rugby. Narrativamente, no sé qué tiene que ver esto
con la historia. Quizá es algo simbólico… que aun no lo descifro)
Del rugby
saltamos a una escena en el futuro (creo que es el futuro)m de una fiesta
burguesa, en la cual vemos a Natalia con sus hijos, ya algo más grandes. Durante
la cena. Juan habla de Dostoievski. (Esto es incongruente con el final,
hablando en términos del tiempo de la historia). Ya la próxima escena
transcurre en un sauna, que se intuye queda en Francia. En este lugar Natalia,
acompañada por Juan participa de una orgía, su primera. (Como ven aporta
muchísimo a la historia, a la “trama” principal.)
Regresamos al
presente. Aquí al Siete le proponen un negocio sucio. Un gordo al que llaman
Guante le quiere pagar porque corte un árbol enorme, del terreno de una hermana
a la que odia. No sé a qué viene esto, pero bueno, está en la peli. Esa noche Juan y su familia se juntan a la
gente del pueblo y participan de una fiesta en una especie de bar/restaurant.
En el mar,
vemos a lo que podrían ser Ruth y Eleazar ya más grandes. Contemplando el mar. ¿Quizá
la ausencia del padre? No lo sabemos. Pero esto lo sabemos en un plano súper
general en el que se escucha, a alguien mencionar los nombres, antes de que los
veamos ver el mar. Después de esto, en
una playa parecida, vemos a Ruth y a Eleazar pero de nuevo unos crío.
Volvemos al
presente más recurrente de la peli. Es de noche, y mandan a sus hijos a la
cama. Se quedan Juan y Natalia solos. Él porque entiende que ella no quiere que
le dé por el culo. Siente que ya no le gusta “chingar con él”. Ella,
obviamente, le dice que no es eso. Que no sé siente feliz, que quiere regresar
a la playa. La discusión sigue, manifestando que las cosas no están bien entre
ellos. Juan después se va con los perros.
Al día
siguiente, se van de la casa, van en coche. (Esta escena comienza con un plano
de seguimiento a una motocicleta. ¿Quién va en esa moto? Solo dios sabe, quizá
Satanás. Pero lo que nadie le quita es que es demasiado gratuito. No llega a
ser por lo largo ni siquiera un plano de establecimiento. Y después corta a
otro plano similar pero dentro del coche de Juan. La verdad, no le veo el puto
punto a esto. Pero bueno…). La familia parece ir a la playa, pero en este
camino, Natalia recuerda que ha olvidado algo. Tienen que virar. Regresan a la
casa, pero de camino Juan deja en un restaurant a su familia para que coman. Así
que termina yendo solo. ¿Un poco forzado, no? Una vez llega, descubre a Juan robándole
junto a otro pillo. Desde un plano súper abierto, vemos como Juan trata de
dejar todo por las buenas, pero se produce una persecución en la que El siete
termina disparándole por la espalda.
En la próxima
escena, están unos hombres hablando mierda y otros jugando ajedrez. No sabemos
quién cojones son. No nos ha presentado el narrador a estos personajes, así que
cuando vi esto, estaba más perdido que el hijo de Lindbergh. Solo nos enterramos
por un pinche dialogo, que para colmo es en off que conocen a Juan. Uno de
ellos le pregunta al otro por éste. Y ya. Eso es todo. ¿Por qué cojones esta
escena? No entiendo el porqué.
Natalia en el
bosque acompaña a sus hijos mientras juegan. Esta ensimismada. Los tres
regresan a la casa. Allí está Juan postrado en la cama. Éste le pide a su
esposa que toque una canción de Neil Young (que ella desafina muchísimo).
Mandan a los niños a dormir y se quedan solos los dos. Aquí Juan le habla sobre
sus recuerdos, su niñez. Y confiesa que ahora, después de estar próximo a la
muerte, siente estuvo enfermo demasiado tiempo y que ahora que ama todo. Es
decir que hablamos de cierta redención, de que ha cambiado. En otras palabras,
está en paz. Al final de esta escena, se da otro dialogo, uno muy importante y
en off. Se da a entender de que Juan está encubriendo a Siete, que no quiere
confesar que fue éste el que le disparó.
Por otro lado
El siete, viaja por una carretera, y llega a su casa. Aquí descubre que su
familia lo ha ido a buscar. Su esposa le informa que ha sido el mismo Juan
quien la ha contactado. Esto lo hace regresar para hablar con su antiguo
patrón. Cuando éste llega a la casa,
Siete se encuentra con Ruth y Eleazar y les pregunta por su padre. Eleazar le
dice que éste ya se murió.
De regreso a
su casa, El Siete descubre que su familia lo ha abandonado de nuevo. Es así
como éste se va a caminar por el campo de futbol, en donde éste se arranca la
cabeza con sus propias manos. Si señores, se autodecapita!
Después de
esta escena, que a mi entender debería ser ya el final, viene una escena con
Satanás, muy similar a la primera en la que éste salía, y más adelante, se da
una escena de Rugby, con muchos chicos jugando. Y así termina la película. Imagínense
mi cara!
La
verdad no sé como evaluar esta película. Se me escurre, lo admito. No sé por donde
agarrarla. Es obvio que no es cine clásico. Entra en el género de cine de
autor, pero aun así, se me escapa de las manos como agua. Quizá son demasiados
los temas que intenta tocar: la diferencia de clases en México, La manera en
que los conflictos maritales pueden afectar a los hijos, Los secretos en la
pareja, la redención, la ausencia de los padres, los secretos de los hombres,
el maltrato, La culpa, la sanación, el rugby, Satanás como un electricista. Qué
sé yo. Es mucho. La peli queda descentrada. Va por muchos rumbos, por muchas
carreteras alternas. Quizá porque de todos los personajes no hay ninguno que se
sienta como un verdadero protagonista. El que más sería Juan, porque es el que
más tiempo tiene frente a cámara; después de éste podría ser El siete, porque
con su acto final, se convierte en el personaje menos pasivo de todos. Y es que
ésta película peca de esto. La gran mayoría de sus personajes son pasivos. Si
es verdad que estos tienen sus “conflictos”, ninguno de estos es verdadero
generador de movimientos, deseos en los personajes.
Ante
esta pasividad de los personajes, la forma no ayuda. Entiendo el enfoque frio,
distante que un autor pueda tener con sus personajes, pero muchas cosas en la
forma en que Reygadas retrata sus personajes y sus dramas que me crean
desconcierto. Sobre todo con algunos diálogos importantes. No vemos de sus
propias bocas,. decir eso que es importante, importante muchas veces para salir
de la confusión de la narración y sus tiempos locos.
Aplaudo
muchos momentos, que se aproximan más al cine documental. Pero a su vez, siento
que el formato, más allá de que sea 4:3, el efecto en la lente, crea distancia
a eso que se plasma ante la cámara, esa verdad. Por momentos, parece que
estamos ante un documental que nos narra posiblemente el declive de una pareja
burguesa en el campo, pero hay momentos que rompen esa ilusión. Esto se nota
sobre todo en la escena donde Juan, postrado en la cama, le habla de su pasado,
su niñez, y de cómo ahora ama todo. En esta escena los parlamentos de este
personaje pecan de artificialidad. Lo cierto es que estamos ante una película que
no es ambigua sino confusa.
En
fin, quizá no es la película y soy yo. Seré un espectador con carencias. Por
eso no logro comprender esta obra. Me imagino que el jurado de Cannes en el
2012 si habrá visto cosas que yo no. Solo espero un día llegar a este festival
y me den una buena abucheada.
1 comentario:
Es una gran película romántica. Vi esto más de 3 veces. Me gusta esta película ..
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