miércoles, 11 de septiembre de 2013

Post Tenebras Lux: un artículo muy caprichoso




No sé bien porque escogí Post Tenebras Lux para mi artículo. Quizá por la relación de amor y odio que siento hacia su autor, quizá porque escuché que lo abuchearon en Cannes cuando presentó su peli. Quizá simplemente porque hasta ahora pude conseguir pirateada la película en internet. (Las distribuidoras en España no están para apostar mucho por el cine de autor, y mucho menos por una película como la de Carlos Reygadas). Sea cual sea la razón, aquí voy a expresar de la manera más subjetiva y libre, las sensaciones y sentimientos que me provocó esta peli. Reygadas ha dicho: “mi cine es más de sensaciones que de trama”. Así que tomo sus palabras y afirmo que mi artículo es más de sensaciones que de crítica.  
Tuve oportunidad de conocerlo personalmente, justo después de haber visto su Luz Silenciosa. Las cosas que dijo y ésta película -una obra de indudable belleza- me impulsaron a conocer las otras dos obras de este autor mexicano: Japón y Batalla en el Cielo. Ninguna de estos dos filmes provocó en mí un sentimiento similar al que me causó Luz Silenciosa. Y para ser sincero, me parece que Batalla en el cielo es aborrecible. Una paja mental. Más paja que mental. Todo esto me trae a su última película: Post Tenebras Lux, peli con la que se llevo el premio de Mejor Director de Cannes en el 2012.


He de adelantar que para escribir este artículo tuve que ver la película dos veces. La primera vez la vi realmente porque mi plan era dormirme, pero a medida de que pasaban los minutos y las escenas aparecían en la pantalla de la computadora, crecía en mí, un cancerígeno insomnio. Era bastante odioso el fenómeno en general. La vi completa. Incluso en algún punto me levanté de la cama y me senté frente a la computadora. Eso sí, más allá de que muchas cosas me parecieran demasiado gratuitas y de mi molestia, debo aceptar de que había magnetismo en sus imágenes. La fotografía es preciosa.

La quise ver por segunda vez porque, la verdad, quería superar el hecho de que Reygadas es un tipo que no me agrada mucho. Es decir, quise ser más objetivo, menos tarado y caprichoso. Y bueno, me coloqué frente a la pantalla de nuevo, tomé una libreta y la fui viendo atentamente, anotando lo que me ayudara para este escrito.

Esta segunda visita se me hizo menos pesada, e incluso pude descifrar ciertas cosas que había perdido en el primer visionado, en gran parte por el sonido, ya en esta ocasión le puse subtítulos en ingles, y de esta forma comprendí más ciertas cosas. Pero claro, hubo una impresión que no pude borrar de mi yo-espectador. Y eso es que Reygadas es un director muy caprichoso. En otras palabras, hace en sus pelis lo que le sale de los cojones, sea bueno o sea malo. Traducido en otra forma: hace películas para él mismo.

Un poco de capricho no está mal en el oficio del director. Ahí está Tarantino, Von Trier, Tarkovski, pero estos últimos fundamentaban sus deseos de una mejor manera, sembrando siempre ambigüedad, y no como en el caso de Reygadas, que siembra confusión dentro de su narrativa. Todos los caprichos de estos autores se dan dentro de un universo que ellos mismos crean. Dentro de éste forman parte de su lógica.  
Recuerdo a Reygadas diciendo en una conferencia: “si cuando escribo un guión de pronto veo una hoja caer de un árbol, esto lo pongo en una escena”. No mames, guey!, pensé. Claro, esto es colocar elementos externos de manera forzada en una trama. No nace de las necesidades del propio relato, de su propio universo. Y eso como espectador me cabrea mucho!

Me pregunté muchas veces cuando veía la peli si no era yo el problema y no la peli. Quizá solo tengo dos dedos de frente, o no soy lo suficientemente snob para entrar en el juego del señor Reygadas. O quizá, él simplemente es un caprichoso que se pasa por el forro lo que puede ser la experiencia del espectador.
A este punto se preguntaran porque caprichoso. Ahora expondré distintos puntos sobre esto, através de la narración de la historia, haciendo una sinopsis.

Juan, un arquitecto mexicano, vive junto a Natalia, su esposa, y sus hijos –Ruth y Eleazer-  en el campo, lejos de la urbe. Tienen una hermosa casa y varios perros. Son en apariencia una familia burguesa muy feliz. Esta es la situación, pero la película en sí comienza con Ruth en un campo de futbol, durante el atardecer. Perros, vacas, caballos la rodean. Ella juega, y nombra cosas mientras una noche tormentosa se avecina.
Después de esta escena inicial llega una escena desconcertante en la que aparece Satanás, una caricatura fosforescente de él, visitando una familia de clase media. Éste entra en la casa y camina por ella, se asoma por el cuarto de un niño, el cual lo mira sorprendido. Sin prestarle atención a éste, Satanás lo deja atrás y se mete en la habitación de sus padres. La verdad en este momento, no supe que pensar.  
Después de esto regresamos con Juan y Natalia, que duermen en la habitación hasta que sus dos hijos los despiertan. En la casa tienen a distintas personas trabajando para ellos, de clases sociales más humildes. Entre ellos está un ex-criminal llamado El siete, el Handyman, y Jarro, un cuidador de sus perros. Juan le encarga esa misma mañana una cámara a este último. Y un instante después, Juan descubre que una de sus perras ha hecho algo inapropiado. Algo que no se ve, que no muestra Reygadas, y Juan comienza a golpearla brutalmente. Después de darle varios vergazos a la perra, se va tranquilamente con su hijo.
Más adelante El Siete lleva a Juan a una reunión de Alcohólicos Anónimos. Después de la reunión Siete le confiesa a Juan de que cuando era más joven andaba metido en mucho vergueo, en mucho problema, y que terminó de alcohólico. Por eso su familia lo abandonó. Juan al escuchar esto le confiesa que es adicto a la pornografía.
Después de esta escena, sucede una escena en la que se ve a varios chicos, jugadores de Rugby, en un vestuario. (Sí, Rugby. Narrativamente, no sé qué tiene que ver esto con la historia. Quizá es algo simbólico… que aun no lo descifro)

Del rugby saltamos a una escena en el futuro (creo que es el futuro)m de una fiesta burguesa, en la cual vemos a Natalia con sus hijos, ya algo más grandes. Durante la cena. Juan habla de Dostoievski. (Esto es incongruente con el final, hablando en términos del tiempo de la historia). Ya la próxima escena transcurre en un sauna, que se intuye queda en Francia. En este lugar Natalia, acompañada por Juan participa de una orgía, su primera. (Como ven aporta muchísimo a la historia, a la “trama” principal.)  
Regresamos al presente. Aquí al Siete le proponen un negocio sucio. Un gordo al que llaman Guante le quiere pagar porque corte un árbol enorme, del terreno de una hermana a la que odia. No sé a qué viene esto, pero bueno, está en la peli.  Esa noche Juan y su familia se juntan a la gente del pueblo y participan de una fiesta en una especie de bar/restaurant.
En el mar, vemos a lo que podrían ser Ruth y Eleazar ya más grandes. Contemplando el mar. ¿Quizá la ausencia del padre? No lo sabemos. Pero esto lo sabemos en un plano súper general en el que se escucha, a alguien mencionar los nombres, antes de que los veamos ver el mar.  Después de esto, en una playa parecida, vemos a Ruth y a Eleazar pero de nuevo unos crío.
Volvemos al presente más recurrente de la peli. Es de noche, y mandan a sus hijos a la cama. Se quedan Juan y Natalia solos. Él porque entiende que ella no quiere que le dé por el culo. Siente que ya no le gusta “chingar con él”. Ella, obviamente, le dice que no es eso. Que no sé siente feliz, que quiere regresar a la playa. La discusión sigue, manifestando que las cosas no están bien entre ellos. Juan después se va con los perros.
Al día siguiente, se van de la casa, van en coche. (Esta escena comienza con un plano de seguimiento a una motocicleta. ¿Quién va en esa moto? Solo dios sabe, quizá Satanás. Pero lo que nadie le quita es que es demasiado gratuito. No llega a ser por lo largo ni siquiera un plano de establecimiento. Y después corta a otro plano similar pero dentro del coche de Juan. La verdad, no le veo el puto punto a esto. Pero bueno…). La familia parece ir a la playa, pero en este camino, Natalia recuerda que ha olvidado algo. Tienen que virar. Regresan a la casa, pero de camino Juan deja en un restaurant a su familia para que coman. Así que termina yendo solo. ¿Un poco forzado, no? Una vez llega, descubre a Juan robándole junto a otro pillo. Desde un plano súper abierto, vemos como Juan trata de dejar todo por las buenas, pero se produce una persecución en la que El siete termina disparándole por la espalda.
En la próxima escena, están unos hombres hablando mierda y otros jugando ajedrez. No sabemos quién cojones son. No nos ha presentado el narrador a estos personajes, así que cuando vi esto, estaba más perdido que el hijo de Lindbergh. Solo nos enterramos por un pinche dialogo, que para colmo es en off que conocen a Juan. Uno de ellos le pregunta al otro por éste. Y ya. Eso es todo. ¿Por qué cojones esta escena? No entiendo el porqué. 
Natalia en el bosque acompaña a sus hijos mientras juegan. Esta ensimismada. Los tres regresan a la casa. Allí está Juan postrado en la cama. Éste le pide a su esposa que toque una canción de Neil Young (que ella desafina muchísimo). Mandan a los niños a dormir y se quedan solos los dos. Aquí Juan le habla sobre sus recuerdos, su niñez. Y confiesa que ahora, después de estar próximo a la muerte, siente estuvo enfermo demasiado tiempo y que ahora que ama todo. Es decir que hablamos de cierta redención, de que ha cambiado. En otras palabras, está en paz. Al final de esta escena, se da otro dialogo, uno muy importante y en off. Se da a entender de que Juan está encubriendo a Siete, que no quiere confesar que fue éste el que le disparó.
Por otro lado El siete, viaja por una carretera, y llega a su casa. Aquí descubre que su familia lo ha ido a buscar. Su esposa le informa que ha sido el mismo Juan quien la ha contactado. Esto lo hace regresar para hablar con su antiguo patrón.  Cuando éste llega a la casa, Siete se encuentra con Ruth y Eleazar y les pregunta por su padre. Eleazar le dice que éste ya se murió.
De regreso a su casa, El Siete descubre que su familia lo ha abandonado de nuevo. Es así como éste se va a caminar por el campo de futbol, en donde éste se arranca la cabeza con sus propias manos. Si señores, se autodecapita!
Después de esta escena, que a mi entender debería ser ya el final, viene una escena con Satanás, muy similar a la primera en la que éste salía, y más adelante, se da una escena de Rugby, con muchos chicos jugando. Y así termina la película. Imagínense mi cara!

La verdad no sé como evaluar esta película. Se me escurre, lo admito. No sé por donde agarrarla. Es obvio que no es cine clásico. Entra en el género de cine de autor, pero aun así, se me escapa de las manos como agua. Quizá son demasiados los temas que intenta tocar: la diferencia de clases en México, La manera en que los conflictos maritales pueden afectar a los hijos, Los secretos en la pareja, la redención, la ausencia de los padres, los secretos de los hombres, el maltrato, La culpa, la sanación, el rugby, Satanás como un electricista. Qué sé yo. Es mucho. La peli queda descentrada. Va por muchos rumbos, por muchas carreteras alternas. Quizá porque de todos los personajes no hay ninguno que se sienta como un verdadero protagonista. El que más sería Juan, porque es el que más tiempo tiene frente a cámara; después de éste podría ser El siete, porque con su acto final, se convierte en el personaje menos pasivo de todos. Y es que ésta película peca de esto. La gran mayoría de sus personajes son pasivos. Si es verdad que estos tienen sus “conflictos”, ninguno de estos es verdadero generador de movimientos, deseos en los personajes.
Ante esta pasividad de los personajes, la forma no ayuda. Entiendo el enfoque frio, distante que un autor pueda tener con sus personajes, pero muchas cosas en la forma en que Reygadas retrata sus personajes y sus dramas que me crean desconcierto. Sobre todo con algunos diálogos importantes. No vemos de sus propias bocas,. decir eso que es importante, importante muchas veces para salir de la confusión de la narración y sus tiempos locos.

Aplaudo muchos momentos, que se aproximan más al cine documental. Pero a su vez, siento que el formato, más allá de que sea 4:3, el efecto en la lente, crea distancia a eso que se plasma ante la cámara, esa verdad. Por momentos, parece que estamos ante un documental que nos narra posiblemente el declive de una pareja burguesa en el campo, pero hay momentos que rompen esa ilusión. Esto se nota sobre todo en la escena donde Juan, postrado en la cama, le habla de su pasado, su niñez, y de cómo ahora ama todo. En esta escena los parlamentos de este personaje pecan de artificialidad. Lo cierto es que estamos ante una película que no es ambigua sino confusa.

En fin, quizá no es la película y soy yo. Seré un espectador con carencias. Por eso no logro comprender esta obra. Me imagino que el jurado de Cannes en el 2012 si habrá visto cosas que yo no. Solo espero un día llegar a este festival y me den una buena abucheada.  


1 comentario:

Manganzon dijo...

Es una gran película romántica. Vi esto más de 3 veces. Me gusta esta película ..