Si bien el email comunitario que le mandé a nuestro colega y gran literato Enrique González, esbozó la idea de que la película The Fall me asqueaba, debo decir que no me asqueó por completo, pero la verdad es que fueron mayores los momentos en que el film me mantuvo nauseabundo y triste al hacerme pensar que una producción como esa tan llena de imágenes hermosas, pudiese ser tan vacía y superficial. Sí, tocayo, así mismo. Debo admitir que por momento, su imaginística me cautivo; claro, por breves momentos. Como al comienzo, por ejemplo, en cual vemos un conglomerado de planos en blanco y negros con cámara lenta, que bien puede ser un pequeño tributo ecuestre a Tarkovski o a Eisenstein. Encuentro muy interesante a su vez el tributo que también le hace a svankmajer, que sin duda, después de la fotografía, es lo que más me gusta de la película.
En cuanto a lo que dice Enrique G. de que quizás la película no es del agrado del espectador por la cursilería, le hago de recordar que en mi caso, yo soy un cursilómano. Hello, me gusta José José y Sandro, por el amor de dios. Vamos. Coincido con Enrique que hay cursilería es buena. Amo a Borges cuando se pone cursi entre versos: "estar contigo o no estar, es la medida de mi tiempo". Tambien me gusta Verlaine y Cerati, aunque le encabrone a Chemi. Sorry. Para ser sincero, no setí la película tan cursi, pero sí la sentí infantil, por ingenua.
Pensemos en el público, gente. ¿A quién va dirigida la película? ¿A niños? No lo creo, posee imágenes muy "fuertes" como para que acapare a ese público. ¿Va dirigida a adolecentes? No creo, ellos prefieren ver Pinapple Express. ¿Es para adultos? Se supone. Siento que la película se mueven en una línea muy fina y delicada, peligrosa, entre estar dirigida a un público infantil o a uno adulto. Siento que uno de los fallos del filme es que su realizador trata al espectador, el público adulto, como si fuese niños. Qué cosa más insoportable. No puedo tener tal regresión, lo siento, me aburre. Tarsem, por favor, no dejes las cosas a medios paños. Si vas a ser crudo, sé crudo, oscuro al cien por ciento, all the way. Eso es como la famosa frase "de solo la puntita". Eso nos es así papá. Por ejemplo, si sembró tensión entre el personaje encantador de la niña balbuceante y el parapléjico pateticoide, que la desarrolle y no la dejé en etapa embrional. Incluso, este aspecto de la historia me parece muy interesante: el amor que una niña con mal ingles puede llegar a sentir por un minusválido deprimido. Eso me interesó más que el sufrimiento invisible del tipo, que para nada me conmovió. Vamos, ¿Qué es lo principal realmente en la trama; la historieta que le crea el tipo a la niña, o su sufrimiento. Si era la historieta, el relato dentro del relato, el sufrimiento pudo haber sido mejor representado, expuesto con mas subtexto y sutileza, con más oscuridad, insinuándolo elegantemente, creando un símbolo ominoso que acompañara a los protagonistas durante todo el "metarelato" (de seguro hay un mejor termino). Qué triste; la historia hubiese sido otra, con mejores guionistas, guionistas más oscuro y menos infantiles.
Continuando el tópico que tanto le encanta a nuestro intelectual texano, Enrique G. Conty: la narración dentro de la narración (que confieso que es algo que me encanta y que sin duda intentaré hacer algún día), creo que en esta película no hay ninguna aportación a este tipo de narración. Para poseer los planos y la estética que tiene, me parece que el tratamiento que se le dio a la historia fue demasiado convencional y superficial. Está desbalanceada en cuanto a aquella famosa nomenclatura de: forma y contenido. A la película le aplico esta idea: Qué es peor ver, (doloroso en mi caso) una botella de coca cola vacía, incolora, o la misma botella llena de ese contenido exacto y efervescente que se acopla perfectamente a su forma? En otras palabras, la trama de la película no se ajusta a la potenciabilidad de su forma.
Charlie habló de conmover. Creo que las películas narrativas de una manera o de otra deben conmover, despertar sentimiento, por muy brechtianas que sean. Pero entiendo que la belleza por si sola puede llegar a conmover (recordemos lo que habla Kant sobre lo sublime), pero esta emoción creo que es demasiado breve y no llega a calar hondamente. Eso suele pasar con las películas no narrativas, pero igual pueden llegar a despertar muchos sentimientos para los que están educados en ese tipo de cine. Esto me trae a otro punto. The Fall se mueve nuevamente en una línea muy delgada, peligrosa también a mi entender, porque se puede caer en el limbo. Me pregunto: la película que quiere, ¿ser narrativa o no narrativa? La película podría bien ser un perfecto cortometraje no narrativo. Es penoso asignarle a esa forma llena de ese preciosismo, una narrativa tan poco digna y atonal. Es como ponerle a un video de reggaetón una canción de Leonard Cohen, Nick Drack o Tom Waits. Bueno, quizás eso funcione. No lo sé. Habrá que probar.
No es a Tarkovski a quien Tarsem se quiere parecer, es a Paradjanov, y éste, como él mismo decía, hacia cine para hacerle un sacramento a Tarkovski. Tarsem, si querés ser Paradjanov be him all the way. Paradjanov en sus últimas películas prescindía de toda narrativa; junto con los vanguardistas (omito varios nombres que Chemi ya mencionó), Paradjanov ha sido el cineasta, con fuertes orígenes narrativos, que más se ha acercado a hacer lo que Bergman y Tarkovski tanto querían con sus películas: crear música con imágenes. Poesía. Creo que era imagen pura era lo que necesitaba esta película, y no una imagen supeditada a una trama tan fallida.
Tarsem necesita urgente un buen guionista o dejar de hacer películas narrativas. Qué siga haciendo videos como el de Deep Purple o "Losing my religión" de R. E. M. En conclusión, la película The Fall, fell pero bien duro, y coincido con Chemi: El filme, está fallido. Sorry, Enrique, pero a pesar de vos y tus gustos, still love you.
P.D.: como se habrán dado cuenta, he olvidado las reglas de la M. L. A.