El
pasado mes de abril de 2014 se celebró el decimoquinto aniversario del Havana
Film Festival de Nueva York (HFFNY) auspiciado por la American Friends of the Ludwig Foundation of Cuba (AFLFC). Este
festival, cuyo propósito es presentar en los Estados Unidos una selección de
filmes estrenados en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
en La Habana, fue dedicado al director cubano Daniel Díaz Torres, fallecido el 16
de septiembre de 2013. Como parte de este homenaje, el HFFNY proyectó dos
películas importantes de su filmografía: Hacerse
el sueco (2000) y La película de Ana
(2012), e invitó a la reconocida actriz cubana Laura de la Uz para una sesión
de preguntas y respuestas sobre su experiencia de trabajo con Díaz Torres. Además
de este homenaje, el festival celebró los 55 años del Nuevo Cine Cubano con una
curaduría a cargo del crítico y director de la Cinemateca de Cuba, Luciano
Castillo. Entre los clásicos seleccionados por Castillo para conmemorar este
aniversario se proyectaron los largometrajes Historias de la Revolución (1960) de Tomás Gutiérrez Alea, De cierta manera (1974) de Sara Gómez, Entre tres y dos (1985) de Rolando Díaz,
los documentales Now! (1965) de
Santiago Álvarez y Buscando a Chano Pozo (1987)
de Rebeca Chávez, además de otras facetas del ICAIC como la de animación con El cowboy (1962) de Jesús de Armas, El lenguaje (1970) de Hernán Henríquez, el
Quinoscopio 1 (1985), del veterano
director de animación Juan Padrón, el Filminuto
No. 20 (1990) de Padrón, Mario Rivas y Tulio Raggi, y Retrato de La Habana (1998) del Premio Nacional de Cine en Cuba, Humberto
Solás. En un tono más académico, esta vista panorámica del cine cubano
postrevolucionario también se vio acompañada de un conversatorio titulado “Nuevo
cine cubano: 55 años de un sueño compartido” con Castillo y el profesor Jerry
Carlson del Centro de Estudios Graduados de CUNY (el Graduate Center).
Al
cine clásico se le añadieron dentro de la programación del festival nuevas
propuestas presentadas en la isla recientemente tales como los filmes de
ficción Conducta (2014) de Ernesto
Daranas- que abrió el festival-, Esther
en alguna parte (2013) de Gerardo Chijona, Melaza (2012) de Carlos Lechuga, Jirafas (2012) de Enrique Álvarez, Se vende (2012) de Jorge Perugorría y Chamaco (2011) de Juan Carlos Cremata, además de los documentales 100 sones cubanos (2010) de Edesio
Alejandro y Rubén Consuegra, y Hay un
grupo que dice (2013) de Lourdes Prieto. En adición, se presentaron algunos
cortometrajes cubanos como Tarde para
Ramón (2013) de Daniel Chile, La luna
en el jardín (2013) de Yemelí Cruz y Adanoe Lima, La trucha (2013) de Luis Ernesto Doñas, Camionero (2012) de Sebastián Miló y Servando... en tres tiempos (2005) de Lourdes de los Santos. Algunas
caras de esta lista ya son conocidas, como Perugorría y Cremata, otras caen
bajo la categoría de cineastas emergentes, como Miló, de los Santos, Cruz,
Lima, Chile y Doñas.
De
las nuevas producciones se destaca la película Conducta aplaudida tanto en la isla como fuera por el público en
general. Me cuentan que en Cuba la gente esperaba en filas larguísimas para ver
esta película el año pasado. La misma retrata la historia de un niño, Chala, amenazado
de ser enviado a la escuela de conducta. El alcoholismo de su madre lleva al
estado a intervenir para apartar a Chala de su familia y este conflicto entre
familia/estado es el motor de la trama. Otra película que causó sensación en el
HFFNY lo fue Se vende de Perugorría,
sobre todo en la comunidad cubano-americana que asistió al festival. En la
sección de preguntas y respuestas con el director- famoso por su actuación en Fresa y chocolate- se notó este
entusiasmo. El largo es una comedia negra donde se parodian los cambios hacia
el capital privado implementados por el presidente Raúl Castro. Nácar, la
protagonista del filme quien no sabe cómo salir de la pobreza, decide vender la
tumba de su madre para generar dinero. La tumba no es lo único que se vende en
este filme sino mucho más, es decir, que el proceso de compra y venta se le va
de las manos. De esta forma, Perugorría satiriza la “locura” que los cubanos han
estado experimentando en los últimos años con la llegada, aunque limitada, del capitalismo
y la propiedad privada. Cremata, por su parte- el tercer director cubano importante
de este festival además de Perugorría y Díaz Torres- estrena con Chamaco un tema poco elaborado en el
cine cubano como lo es el de la prostitución masculina en la ciudad de La Habana.
Al estilo del thriller, Cremata captura la historia
oscura de un asesinato en un parque de esa ciudad. Este evento lo lleva a
acercarse al mundo de la corrupción policíaca en Cuba. Por otra parte, de los
directores más jóvenes debe resaltarse la figura de Enrique Álvarez con Jirafas, un experimento kafkiano dentro
de un apartamento en la isla. Aunque solo ha estado en festivales, esperamos
que pronto se pueda conseguir esta película en DVD para que más personas la
vean. Jirafas sugiere que el novísimo
cine cubano piensa seguir por otro camino.
Además
de la amplia gama de cine cubano, la programación del festival también contó
con una cartelera de cine internacional de países como Argentina, Brasil,
Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá,
Puerto Rico, además de películas de Estados Unidos. No pudimos cubrirlas todas
pero reseñaremos algunas en el espacio que sigue. Entre todas sobresale el
documental I Will Be Murdered (2013) de Justin Webster, sobre el
asesinato de Rodrigo Rosenberg en Guatemala que causó sensación luego de que
apareciera un video póstumo en donde el muerto acusaba al presidente de haberlo
enviado a matar. I Will Be Murdered
reconstruye con suma destreza qué fue lo que sucedió el día en que asesinaron a
Rodrigo. De México se proyectaron tres películas: Tercera llamada (2013) de Francisco Franco Alba, La jaula de oro (2013) de Diego Quemada
Diez y Heli (2013) de Amat Escalante.
De las tres, la que más ha causado sensación ha sido Heli tras ganar el premio por mejor dirección en el Festival de
Cannes de 2013. Definitivamente esta película sobresale posicionando a
Escalante dentro de las nuevas generaciones de directores mexicanos que van
tomando la delantera en el cine nacional de ese país. Heli es una película sumamente lograda que cada cinéfilo debería
ver. La jaula de oro también ha
sobresalido por su representación de la migración centroamericana hacia los
Estados Unidos. Existen muchos documentales sobre este tema pero esta película retrata
la migración desde el punto de vista de los niños que recientemente han llegado
a la frontera y han creado una crisis para el gobierno del presidente Barack Obama. Se trata de la
migración masiva de niños centroamericanos que viajan sin sus padres y no son
mayores de edad como para ser juzgados por el sistema judicial de EEUU. Han
llegado más de 3,000 niños en el último año. Tercera llamada es la menos lograda de las tres cuya trama cuenta la
puesta en escena de Calígula de Albert
Camus. Tercera llamada falla al dedicarle
demasiado tiempo a las largas horas de ensayos que una obra requiere. Le falta
tensión y dinamismo a este filme para sostenerse.
Desde
Argentina llegaron películas importantes tales como la que cerró el festival, Wakolda (2013)- traducida como The German Doctor al inglés- de Lucía Puenzo,
y Los dueños (2013) de los directores
tucumanos Agustín Toscano y Ezequiel Radusky. Ambos filmes han sido reconocidos
internacionalmente por haber sido seleccionados en Francia para participar en Cannes
en el 2013: Wakolda compitió para el
premio Un Certain Regard y Los dueños participó en la 52da Semana
de la Crítica de ese mismo festival. Lucía Puenzo ya era una directora
reconocida por su largometraje XXY (2007)
con el cual ganó el Premio Goya en la categoría de Mejor película extranjera,
lo que la catapultó a la fama. Wakolda es
su tercer largometraje. Desde Colombia, por otra parte y aunque no pudimos cubrirlos
por falta de tiempo, se estrenaron dos documentales: Cesó la horrible noche (2013) de Ricardo Restrepo y La Gorgona, historia fugadas (2013) de
Camilo Botero. Y desde Brasil llegó el primer largometraje de ficción de
Fernando Coimbra, O lobo atras da porta (2013).
Esta última película retrata la historia de un triángulo amoroso que se
complica cuando la amante, Rosa, del personaje principal, Bernardo, decide
hacerse amiga de su esposa, Sylvia, sin decirle nada. Este filme tiene muchos
logros, entre ellos la excelente fotografía de Lula Carvalho y el excelente
guión escrito por el propio director. La película también es exitosa al crear
el tan importante “suspense” en thrillers
como éste donde la audiencia debe de estar conectada a la trama en todo
momento. Los actores también merecen ser reconocidos por su excelente trabajo y
el largometraje corre con fluidez gracias al buen trabajo de la edición.
En
resumen, el festival contó con una excelente representación de cine latinoamericano
además de estadounidense, aunque este último tampoco pudimos cubrirlo. Esperamos
que en el 2015 también cuenten con lo mejor del cine latinoamericano estrenado
en La Habana y que le abran las puertas de ese cine al público de Nueva York que
no puede darse la vuelta por el Festival Internacional del Nuevo Cine
Latinoamericano en Cuba.
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