sábado, 28 de enero de 2012

Cortometraje: DE LO QUE NO HABLAN LOS MUERTOS


Hola, amigos cinefilos!
Aquí quiero compartir el link del festival online NOTODOFILMFEST,
en el que ha sido seleccionado mi último cortometraje: DE LO QUE NO HABLAN LOS MUERTOS.
Accedan para poder ver este trabajo y muchos otros más de la peninsula ibérica.

http://www.notodofilmfest.com/#/Sala/Ficha/32231/

miércoles, 25 de enero de 2012

Resumen 2011: Primera parte, El cine visto en Puerto Rico

Hubo muy buen cine en el 2011. Bueno, sobre todo en cuanto a la calidad de las propuestas vistas, la variedad, el riesgo y la originalidad narrativa y visual. Hay que recordar igual que Puerto Rico sigue siendo un lugar en donde todavía continúa rigiendo lo que ven los espectadores más que nada por el éxito comercial y el dominio de Hollywood- las 12 salas de los dos Fine Arts Cinema ofrecen un simulacro de bálsamo, porque aún estas están regidas por lo que las grandes distribuidoras estadounidenses opinan que es cine de arte, o de valor cinematográfico que a veces no lo es para nada. A pesar de que ahora las redes sociales permiten un consumo casi inmediato de cualquier tipo de cine que se haga en el mundo, para los que como yo seguimos siendo "puristas" del cine- así llamo a los que ante todo preferimos ver una película primero en pantalla grande que en una laptop o un ipod- me imagino que el problema de distribución seguirá afectando nuestras agendas cinematográficas.

En esta primera parte de mi resumen del año 2011 para Cinecero comentaré brevemente las mejores 20 películas que vi entre el 1ro de enero y el 31 de diciembre de 2011 en las salas comerciales de cine en Puerto Rico. Por eso no incluyo ni Melancholia ni The Artist que fueron estrenadas a comienzos de enero en nuestras pantallas y a las que sí considero para la segunda parte del resumen. Además, y como siempre, se cuelan algunas películas de 2010 estrenadas tardíamente en nuestras salas.

1. Certified Copy (Abbas Kiarostami)- Tener en nuestras pantallas, aunque solo por unas breves dos semanas, la película más reciente de uno de los 4 o 5 mejores cineastas del planeta actualmente fue casi un milagro. Kiarostami se traslada de su Irán natal a la campiña italiana con la actriz francesa- Juliette Binoche- y el actor inglés- William Shimell- para revelarnos una inolvidable reflexión cinematográfica sobre esa fina línea entre la percepción y la realidad.


2. La Piel Que Habito (Pedro Almodóvar)- La controvertible nueva película de uno de los cineastas más reconocidos actualmente es su mejor entrega desde Carne Trémula hace más de una década. Claro, eso será muy discutible para los que prefieren al Almodóvar más limpio y sentimental de Volver o Todo Sobre Mi Madre. Para los que preferimos al Almodovar más sucio y visceral, esto se trata de mucho más que un retorno. La trama más absurda que se pueda pensar en manos de Almodóvar se convierte en una verdadera hazaña del cine.


3. Hugo (Martin Scorsese)- El más hermoso homenaje al cine que he visto en años recientes. Scorsese retoma su sombrero de maestro después de más de una década de tropiezos artísticos para, de la mano del 3D, revisar los orígenes del cine y comentar el desarrollo de esa "maquina de sueños" encarnados en la figura de Georges Méliès, uno de los pioneros del séptimo arte.

4. The Descendants (Alexander Payne)- Después de 7 años, Payne- uno de los cineastas más renovadores del actual cine estadounidense- vuelve con su extraordinaria percepción y habilidad para construir personajes, su excelente guión toca la historia de una familia de herederos en la Hawaii actual, que tienen que revaluar todo lo que antes habían conocido como su vida en común. Excelentes actuaciones de George Clooney, Shailene Woodley y Judy Greer entre otros.

5. Begginers (Mike Mills)- La curiosa y tierna historia acerca de un dibujante que descubre que su septuagenario padre es homosexual a raíz de la muerte de su madre, pone a Mills en el mapa como uno de los cineastas más humanos del cine estadounidense actual. A la franqueza de su propuesta aportan gran aplomo las actuaciones de Ewan McGregor, Melanie Laurent y el gran Christopher Plummer como el patriarca que quiere vivir el poco tiempo que le queda en honestidad consigo mismo y su entorno.


6. Drive (Nicolas Winding Refn)- El recuerdo de Valhalla Rising, la anterior película del danés y sencillamente una de las mejores películas de los últimos 20 años es lo que no me permite poner más alto en este recuento a esta joya visual y sonora. La violencia extrema y realista de su puesta en escena recuerda al Scorsese y al DePalma de sus mejores tiempos y las actuaciones de Ryan Gosling, Albert Brooks, Carey Mulligan, Bryan Cranston y Ron Perlman se adentran en diferentes lugares de la concepción del bien y el mal.


7. Midnight in Paris (Woody Allen)- En un año de retornos cinematográficos, aquí Allen nos entrega su mejor filme en más de una década. Un surrealmente delicioso retrato de su amada ciudad luz y todo su legado cultural y artístico que ha trascendido el tiempo. A su guión mas completo en mucho tiempo se le añade un elenco redondo en el que se destacan Corey Stoll, Alison Pill y el protagonista Owen Wilson.

8. Of Gods and Men (Xavier Beauvois)- Un conmovedor relato humanista acerca de un grupo de monjes franciscanos franceses en un convento en medio de África del Norte, que ya integrados a su entorno y realidad y practicando la tolerancia y el amor común, deben enfrentar una guerra civil que les obliga a tomar partido y plantearse su vocación y compromiso. Michael Londsdale lidera un excelente elenco en este filme, ganador muy merecidamente del Premio especial del jurado en el Festival de Cannes de 2010.

9. Moneyball (Bennet Miller)- No tengo ni el menor interés en el béisbol y sin embargo gracias al inteligente guión de Aaron Sorkin y Steve Zaillian este drama acerca de los mecanismos trasbastidores de un equipo- los Oakland Athletics- no dejó de capturar mi atención de principio a fin. Acertadísima dirección de Miller con un Brad Pitt realizando su mejor actuación hasta la fecha y un maduro Jonah Hill apartándose de su usual vena cómica.

10. Bridesmaids (Paul Feig)- Si, están leyendo bien. Esta resultó la sorpresa cómica del cine de 2011. Una comedia masiva que resulto realmente divertida e inteligente y en donde brilla el descubrimiento cómico de Melissa McCarthy, y sobre todo, la revelación de Kristen Wiig que aquí se luce como protagonista y guionista.


11. Incendies (Dennis Villeneuve)- Poderoso retrato de una pareja de hermanos gemelos canadienses que descubren de golpe el pasado de su madre recién fallecida, un pasado que por varías generaciones ella escondió y ahora vuelve con un puñado de preguntas sin responder. Una de las mejores historias de búsqueda y reajuste cultural con los monstruos de un pasado violento del cine reciente con excelente guión y puesta en escena.

12. Blue Valentine (Dennis Ciafrance)- Muchas películas se han hecho sobre el tema del rompimiento conyugal, pero este filme se sitúa en el espectro más oscuro de dichos filmes, al darnos un retrato demasiado amargo, duro y para nada romántico del dolor del amor que no se acaba, o que tal vez fue una ilusión o deseo. Es el segundo filme de 3 con el ascendente Ryan Gosling en este recuento, inolvidable al igual que Michelle Williams.

13. In a Better World (Susane Bier)- La siempre interesante cineasta danesa nos ofrece un retrato de la intolerancia en un país aparentemente pacífico como Dinamarca- que según encuestas es uno de los países menos violentos del mundo- Bier contrasta esa visión trazando la violencia generacional, el entorno familiar muchas veces desolador y el contraste con el más "violento" continente africano.

14. Jane Eyre (Cary Fukunaga)- Una versión más gótica, oscura, lírica y libre del inmortal clásico literario de Charlotte Bronte, es casi increíble como Fujikawa le imprime nuevos aires a una novela ya tantas veces representada en el cine. Pero lo logra. Los muy contemporáneos Mia Wasimowska y Michael Fassbender contribuyen a la relectura.


15. J Edgar (Clint Eastwood)- Después de dos tropiezos que casi nos hacían hacer perder la fe en él- Invictus y Hereafter- Eastwood retoma su sitial como uno de los mejores cineastas en ejercicio con otro ejemplo de su cine clásico. Un retrato crítico de uno de los personajes más controversiales de la historia estadounidense, interpretado magistralmente por Leonardo DiCaprio, y secundado con maestría por Arnie Hammer y Judi Dench.

16. The Ides of March (George Clooney)- Clooney brillo este 2011 con su excelente actuación en The Descendants y otra sólida entrega en su creciente carrera como director. De nuevo domina el tema político: los trasbastidores de la campaña presidencial de un candidato demócrata mucho más- aparentemente mucho más- transgresor que Obama. El ambicioso personaje principal que interpreta Ryan Gosling quiere ascender en ese mundo en que nada es lo que parece ser.

17. Take Shelter (Jeff Nathanson)- Una de los filmes más celebrados del 2011 fue este segundo largometraje de Nathason en el que un aparentemente estable padre de familia- interpretado a la perfección por Michael Shannon- empieza a sufrir de alucinaciones y visiones que pueden ser o no ser más reales de lo que piensa y que desbalancean su entorno. Además, la muy en boga Jessica Chastain se luce en una de las mejores actuaciones femeninas de reciente memoria.

18. My Week With Marilyn (Simon Curtis)- El retrato de uno de los íconos de la cultura pop más grandes de la historia- como lo es Marilyn Monroe- no resulta tarea fácil, pero Michelle Williams demostrando cada día más su crecimiento como actriz le da cuerpo y alma a una caracterización que va mas allá de la imitación. Lo mismo puede decirse de Kenneth Branagh como de Laurence Olivier.

19. Margin Call (J.C Chandor)- Otro drama tenso acerca de los eventos en Wall Street que desembocaron en esta recesión que actualmente vive todo el planeta, más que nada- como el filme anterior- es una película de actores que se destacan sobre todo Kevin Spacey, Jeremy Irons y Stanley Tucci. Todos representan diferentes espectros de ese complicado y mezquino mundo de los imperios financieros.

20. The Tree of Life (Terrence Malick)- Aunque no soy para nada apasionado defensor de este filme- contrario a casi todo el resto del mundo cinematográfico- sí vale la pena mencionarlo porque ésta, la más pretenciosa y grandilocuente de las películas de Malick, aún posee suficiente del lirismo visual que lo ha hecho uno de los cineastas más indispensables de las pasadas 4 décadas. Si tan solo hubiese quitado los dinosaurios y la ridícula secuencia de la playa, quién sabe si estaría al tope de mi lista.

Vale la pena mencionar que cada vez más surgen espacios alternativos, como festivales de cine, muestras de cine y foros en Puerto Rico que promueven y ofrecen alternativas para ver cine que de otra manera no veríamos en nuestras pantallas. Así pues en el Festival de Cine Europeo en marzo pudimos ver la retante Dogthooth de Giorgios Lanthimos, también en marzo en la muestra de cine mundial Global Lens 2011 pudimos ver las excelentes, La Vida Util de Federico Vieroj, Street Days de Levan Koguashvilli, The White Meadows de Mohaman Rassoulof, Belvedere de Ahmed Imamovic, Dooman River de Lu Xhang y La Mirada Invisible de Diego Lerman. Y, finalmente, en octubre en el 4to Festival Internacional de Cine de San Juan pudimos ver los dos filmes más recientes de dos maestros que siguen en plena forma: Chicogrande de Felipe Cazals y la mejor película que vi en el 2011, The Turin Horse de Bela Tarr que según el propio cineasta será la última película que hará en su vida para dedicarse de lleno a su faceta de filósofo. Esto como si sendo maestro como Bela Tarr tuviese que dejar el cine para dedicarse a ese otro mundo.

También vale la pena destacar dos festivales más que siguen expandiendo su oferta y visibilidad: el Festival de Cine de Horror y el Festival de Cine Queer, que cuentan también con una variada e interesante oferta. Además, las muestras en espacios alternativos como la Sala Teatro Beckett en Río Piedras, El Departamento de la Comida, el Museo de Arte Contemporáneo, Abracadabra en Santurce y Beta Local en Viejo San Juan, también colaboraron a que se presentara cine de calidad y contenido en Puerto Rico.

En la segunda parte de este resumen hablaré de los dos conceptos que dominaron el cine de 2011: la nostalgia y la catástrofe.

miércoles, 18 de enero de 2012

A Dangerous Method: Peripecias del primer psicoanálisis


Luego de más de un siglo de historia al psicoanálisis se le ha criticado y a levantado detractores de todo tipo. Las publicaciones al ataque no escasean y hoy por hoy parece ser un método que fluctúa entre la búsqueda de vigencia y el mantenimiento férreo de sus prerrogativas básicas o edificio conceptual. Parecería ser que esta situación responde a una crisis producto de cambios político-históricos, académicos y morales, sin embargo, y sin descartar lo anterior, si se analiza la genealogía misma del psicoanálisis nos damos cuenta que la constancia en esta teoría ha sido la controversia y la división de criterio investigativo de quiénes la practican. Nada mejor para ver este aspecto que examinar las desastrosas relaciones entre Sigmund Freud y Carl Jung.

Es curioso que la teoría y el sistema clínico más influyente del siglo pasado no haya tenido hasta ahora prácticamente ninguna presencia en el cine incluso con sus muchos chismes y luchas de poder. David Cronenberg aprovecha ese nicho y en su último filme A Dangerous Method (2011) se acerca al binomio Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Carl Jung (Michael Fassbender) re-construyendo el conflicto esencial que rodea a estas figuras más que claves en el movimiento.

Dice Cronenberg:

“En esta ocasión no quería hablar tanto de una enfermedad como de contar un drama. Y para que un drama funcione debe de haber algo que vaya mal, tiene que existir el conflicto, no siempre físico…es importante incidir en que la película cuenta el inicio del psicoanálisis cuando estaban todos los caminos abiertos, en plena investigación. Por ejemplo, podían preguntarse: ¿por qué no tener relaciones sexuales con un paciente?, ¿puede que sea terapéutico? Hoy ya sabemos que no es buena idea”. (Entrevista con el periódico El país 25/11/2011)

El filme aprovecha esa idea de los caminos investigativos abiertos para enfocarse sobretodo en el trabajo y vida de Carl Jung. Un joven Jung logra validar exitosamente la “terapia del habla” propuesta por Freud para aliviar la histeria y la neurosis. Su práctica clínica prueba la tesis que plantea la represión de los impulsos sexuales como raíz de los desordenes psíquicos. El trabajo de Jung se convierte en uno de los pilares del movimiento, sin embargo, sus intereses investigativos (dirigidos hacia la metafísica y el análisis cultural) comienzan a alejarse de los inamoviblemente sexuales de Freud, llevando a ambos psiquiatras a enfrentarse hasta que ocurre la separación definitiva.

Cronenberg decide relatar esta famosa separación no solamente desde el aspecto de la investigación psiquiátrica con sus muchas reuniones, cenas y debates sino también desde la tumultuosa vida sexual de Jung. Tal como plantea el psicoanálisis el director canadiense utiliza la narrativa sexual-familiar para ofrecernos una versión íntima de este caso.


Una de las pacientes más importantes de Jung fue sin duda Sabina Spielrein (Keira Knightley). Como paciente representó uno de los primeros y mayores éxitos de la terapia. Su histeria provenía de unas densas obsesiones sexuales que debían ser exteriorizadas. Lo interesante y des-estabilizante es que en el transcurso de la terapia Spielrein se convirtió en la asistente de investigación de Jung y luego en su fogosa amante.

Cronenberg utiliza esta relación como una metáfora de los planteamientos conceptuales más importantes de la teoría. Cada personaje termina representando un aspecto de ésta:

Carl Jung con una plácida vida matrimonial se enfrenta a unos deseos sexuales extravagantes y sado-masos por Spielrein. De terapista va lentamente volviéndose paciente en crisis. Aunque intenta reprimir estos impulsos que dan al traste con su vida matrimonial y profesional, termina cediendo a ellos avalado por la influencia del colega Otto Gross (Vincent Cassel), quien propone en todo momento rendirse ante el deseo sexual sin importar si este se genera con las pacientes. Tanto Gross como Spielrein son una manifestación del inconsciente sexual de Jung o el “ID”.



Para una figura tan recta como Jung los conflictos éticos surgen contaminando la recién conquistada libertad sexual y causando fricciones con Freud. Freud como líder del movimiento va convirtiéndose en el “Superego” o ley interna al cual el sujeto Jung responde y a la cual quiere sublevarse tanto a nivel ético como teórico. La compleja relación con Spielrein no solamente sucede en un ámbito sexual sino que en ambos se despierta una constante auto-reflexión que da motivo a la investigación de otras perspectivas acerca del inconsciente como las que dieron pie a la teoría de la pulsión de muerte.

Siguiendo su última tendencia Cronenberg utiliza un estilo formal muy limpio, comedido y distante. Su frialdad casi clínica funciona muy bien con el material narrativo y con los espacios geográficos vieneses. Las actuaciones de Fassbender, Mortensen, Cassel y Sarah Gadon como Emma Jung reflejan esa misma línea de elegancia, discreción pero intensidad interna. Es una tendencia en el cine de Cronenberg tener complejos personajes masculinos y excelentes actuaciones, esta no es la excepción.

“Me hace feliz trabajar con los actores, y aquí además tuvimos una filmación plácida, con grandes intérpretes…Con los años soy cada vez más sencillo con la cámara, más directo, preciso. Cada vez hablo menos con los actores y los técnicos. Yo les he contratado por algo: que lo muestren”. (Ibid.)

Habría que ver hasta que punto Keira Knightley encaja con el estilo de actuación del ensemble, sobretodo en esa primera parte donde sucumbe a la sobreactuación. Por suerte su personaje se normaliza logrando ecualizar el trabajo actoral hasta cierto punto.


El trabajo de David Cronenberg en A Dangerous Method presenta como los nudos psíquicos que intenta revelar el psicoanálisis surgen precisamente del drama mental y sexual de sus terapistas y teóricos. Este experimentado cineasta retoma los temas de las voliciones extremas y de las oscuridades psíquicas con un estilo que se vuelve cada vez más prístino y que privilegia el contar una buena historia por encima del exceso visual o el morbo desmedido.

miércoles, 11 de enero de 2012

Charlot y las máquinas: Notas acerca de Modern Times de Charles Chaplin

Charlot no leyó el Manifiesto Comunista de Karl Marx. La serie interminable de tuercas no lo deja leer, no lo deja respirar, ni pensar en nada elaborado. Sin embargo, es un rebelde a su pesar, aislado y arrítmico. Es un obrero insertado en la máquina, enajenado pero histérico, lo cual lo convierte en amenaza para la fábrica. El vagabundo rumia en fantasías tranquilas: sueña con el pan, el techo y la pequeña posibilidad de algún ocio; la máquina se trastorna por su mediocridad rítmica, su ataque de locura se convierte en revuelta.

Charles Chaplin en su autobiografía, menciona que la inspiración de la película Modern Times (1936), surgió a partir de una conversación con un periodista acerca de las fábricas en Detroit: “...me habló del sistema de fabricación en cadena...la horrible historia de una gran industria, que atraía a los mozos sanos de las granjas quienes después de cuatro o cinco años de realizar ese sistema en cadena acaban con los nervios deshechos... Utilicé una máquina para comer como aparato que permitía ahorrar tiempo, de modo tal que los trabajadores podían seguir trabajando durante la hora del almuerzo. La secuencia de la fábrica se resolvía sufriendo el vagabundo una depresión nerviosa”. (Chaplin, Charles. Mi Autobiografía. Madrid: Editorial Debate, 1993)


Charlot funciona como una versión inconsciente de ese proletario de la primera etapa que describe Marx, el que dirige sus ataques contra los instrumentos mismos de producción. Por supuesto, el vagabundo es inherentemente un ser extraviado y aislado, así que no podríamos pedir que la trama chaplinesca lleve al personaje a las siguientes etapas que describe Marx cuando el obrero organiza la lucha con los otros obreros de su fábrica, luego con los de la región y así sucesivamente.


Charlot esta perdido y despistado en el mundo moderno. El retrato que hace Chaplin es el de un sujeto que intenta sobrevivir a toda costa y que el simple hecho de realizar tal proeza lo lleva a ser un revoltoso dentro de una sociedad alarmantemente automatizada. En toda la película, Charlot no deja de enfrentarse al movimiento desenfrenado de distintos y variados mecanismos repetitivos. Su estabilidad residiría en por fin detenerse ya que sus aspiraciones se limitan a tener que comer y un lugar donde dormir. Es por esto que piensa que puede ser feliz en la cárcel. Charlot es el proletario anónimo al cual Marx intenta despertar, es pura fuerza de trabajo, pieza útil para la fábrica pero dispensable por demás.

“...el tema gira sobre los dos seres anónimos que intentan sobrevivir en los tiempos modernos. Se ven envueltos en el período de la depresión, en huelgas, en tumultos y en el paro.” (Ibid.)

Las circunstancias modernas que sufre Charlot y su compañera es por tanto las de la modernidad del obrero. Ambos personajes sueñan ilusamente con un bienestar burgués pero todas las circunstancias se lo impiden. El conflicto de Charlot como individuo de la modernidad se puede resumir con estas palabras de Marx: “El obrero moderno, lejos de elevarse con el progreso de la industria, desciende siempre más y más por debajo de las condiciones de vida de su propia clase. El trabajador cae en la miseria, y el pauperismo crece más rápidamente todavía que la población y la riqueza”. (Marx, Charles. Obras Escogidas I. Moscú: Editorial Progreso, 1973)

Sin embargo, por ser un personaje superviviente, inagotable y caótico- capaz de revertir cómicamente el orden- Charlot no cae en las desgracias del lumpem proletariado. Su heroísmo, irónicamente reside no en un activismo político, sino en enfrentarse obstinadamente- con una torpeza involuntaria pero afirmativa de su individualidad- con los sistemas laborales de la modernidad citadina e industrial.

Chaplin en una nota esperanzadora parece decir que, aunque la ciudad termina por expulsar de sus fauces al que no se adiestra y se sumerge en su circunvoluciones laborales, el camino del hombre es más vasto y portentoso que el que los tiempos modernos no hacen creer. Al final los personajes adelantan su marcha a las periferias desconocidas. Luego de ser engullido una y otra vez, Charlot apuesta por salirse de la máquina.

miércoles, 4 de enero de 2012

POST MORTEM



Post Mortem es el tercer largometraje del chileno Pablo Larraín, con el cual vuelve a sumergirse el mundo lóbrego y opresivo de la dictadura chilena de los años setenta. Ésta vuelve a ser el escenario de sus personajes silenciosos y solitarios, al igual que su predecesora, Tony Manero, la anterior cinta del realizador.
Ganadora del segundo premio coral en el Festival de La Habana, y del premio a mejor actor, mejor actriz, así como de guión, Post Mortem es el retrato de Mario Cornejo, un hombre solitario, poco sociable y silencioso, que trabaja de auxiliar en una morgue en las vísperas del golpe de estado del 73. Mario se ve involucrado sentimentalmente con su vecina, una misteriosa bailarina del Bim Bam Bum con problemas de autoestima. Después de un único encuentro sexual con ella, Mario se llena de ilusión, y le pide a ésta casarse con él. Días después llega el golpe de estado y con esto llegan la destrucción y el desahucio en la ciudad de Santiago. Las calles son invadidas, la casa de la bailarina queda deshecha por los militares y pronto la morgue queda atestada de militares y cadáveres sin nombre. La bailarina desaparece repentinamente. Mario la busca en su casa y entre los cadáveres de la morgue pero no la encuentra. Pronto el clima de tensión crece en la ciudad y en su trabajo por la presencia militar. Mario continúa su búsqueda hasta que la Bailarina aparece en un escondite secreto, dentro de la casa de ella. Siguiendo sus sentimientos, Mario la protege escondiéndola y alimentándola todos los días al regresar del trabajo. Las cosas continúan así, con una tensión creciente que solo estalla dentro de él con la traición de la bailarina.
Post Mortem se afinca dentro la creciente ola de cine de autor en Latinoamérica, con un estilo que ya venía cristalizándose en su película anterior, Toni Manero, con la cual ya se establecían inquietudes como la de retratar esa época de represión en Chile y personajes con mundos interiores asfixiantes. Si bien por momentos el escenario histórico del relato se vuelve una mera excusa estética, en otros, éste es un detonante causal y a su vez expresionista de una desolación interior invadida por un silencio abismal. Estilísticamente, el mundo exterior e interior de los personajes queda firmemente unido. La utilización del fuera de campo, los sonidos en off, la paleta lánguida de colores pasteles, la fragmentación bressoneana de la parte por el todo y la insipidez de los diálogos, intensifican los misterios de los cuales se sustenta la unión de estos mundos, recordando quizá a un Roy Anderson, pero con más carne y menos silencios. Si bien, Post Mortem no llega a cimas estéticas ni narrativas tan altas como su predecesora Tony Manero, esta obra plantea una visión sumamente fresca de lo que es una dictadura latinoamericana en comparación con otras obras audiovisuales con la misma temática. Quizá esta nueva óptica y su estilo narrativo sean lo que la separen de este tipo de obras, y que a su vez la acerquen a un público cansado de ver los mismos retratos de las dictaduras de nuestros países de Latinoamérica.